Tal vez sea coincidencia, pero en época de fiestas de muertos, escuchar la primera canción con la que nos deleita Antonio Jesús Mira, en plenos trabajos preparatorios para la grabación de su nueva obra, es toda una gozada. Y ahí va:
En la ciudad
de los muertos vivientes
la gente te espía
la gente te miente.
Te pueden robar
todo lo que lleves
por sólo unos gramos
el alma te venden.
En la ciudad
de los muertos viviente
la gente se arrastra
sin venas, sin dientes.
La gente no ríe,
la gente no duerme,
se va corrompiendo
muy lentamente.
En la ciudad
de los vivos inertes
no existe la edad,
ni hombres ni mujeres.
Instinto animal
sin mira inteligente
parece no están
son casi transparentes.
Antonio Jesús Mira es un cantautor de Carmona que, cuando le preguntan por el Norte de España sobre su procedencia e interés por el habla andaluza, contesta con desparpajo: ““Yo soy de un pueblo que está en Zevilla”. Sí, de Carmona donde comenzó a interesarse por la poesía desde la escuela, a cantar en el coro de Santa María y servirle de arma conquistadora en su adolescencia con poemas románticos.
Apoyado en su guitarra, con un abrazo permanente de amante fiel, se abre al exterior con la sinceridad de un novel que empieza, pero con la experiencia de los años y de la vida. Está inmerso en los trabajos de estudio preparatorios de su segundo disco; un ambicioso proyecto artístico que tendrá como título "Uni-verso entrópico, donde hay de todo, y donde me sale la vena roquera”.
El contenido es variopinto y se envuelve, sin duda, en una atmósfera poética con muchos quilates. Habrá canciones de amor, de contenido social… y hasta un tema con reminiscencias de Semana Santa andaluza cuyo texto fue premiado recientemente: “El sueño de la noche en primavera”.
Las canciones de Antonio Jesús nacen de “un sentimiento real, las compongo con el corazón, muchas de ellas, son historias vividas en persona”. Su faceta musical la retomó hace nueve años, a los que se dedica a la canción de autor, para “disfrutar de la música y componer por placer”. En la obra en la que trabaja, que llevará por título “Al filo” incluye, como tema estrella, una canción en la que trata de un amigo de la infancia, ya fallecido, al que reencontró, cuando trabajaba de voluntario en un centro de desintoxicación. Se arranca con versos de extraordinaria sensibilidad que no pasan desapercibidos para el oyente que se funden con el sonido metálico de las cuerdas de su guitarra.
Para Mira, la música es “una válvula de escape de todas las emociones que uno vive”. Se define, como compositor de “la vieja escuela, con mi guitarra, papel, boli y, si se puede, una copita de vino”. Amplía carácter personal: “Soy un tío cachondo. Soy sevillano, pero roquero”.
Y se despide con ese ritmo inequívoco del que hace gala:
No hago tributos.
No hago homenajes.
No hago versiones
No imito a nadie.
No tengo acento, ni coletillas.
Yo soy de un pueblo que está en Zevilla…
<em>(Reportaje realizado del vídeo de promoción editado y grabado por Antonio Siles de Carmotube TV)</em>
https://youtu.be/Nlv-2Ot7cYE