La figura del artista y escultor Antonio Eslava, que tiene como valedor omnipresente a su historiador por excelencia, paisano y tocayo Antonio Bermudo, fue protagonista en el estrado del Aula de Cultura Maese Rodrigo de Carmona, para ser recordado con una lección magistral que aborda su biografía y aportación artística a la obra religiosa del s-XX.
El ponente expuso en una primera entrega –una segunda tendrá el mismo escenario el próximo jueves, día 15, a las 17:30 horas- la biografía de Antonio Eslava, no exenta de curiosidades ligadas a Carmona, desde su partida de nacimiento a los últimos días de vida en la residencia carmonense de La Caridad. Y fue, precisamente, en esas jornadas finales del artista, cuando Bermudo, en un encuentro casual con Eslava, inicia sus trabajos de investigación y recopilación de documentos que lo llevan a ser un especialista sobre la vida y obra del escultor.
El contenido de este primer capítulo se ve amplificado con la proyección de decenas de fotografías documentales; todo un alarde gráfico excepcional en su tratamiento, que refrenda la dignificación del Eslava Rubio, como persona y como artista. Un exhaustivo seguimiento del escultor, desde sus primeros trabajos infantiles en barro de la vaguada de San Mateo, próximo a su domicilio, hasta las obras de referencia barroca, ponen de manifiesto la excepcionalidad del imaginero carmonense.
Bermudo reivindica en cada capítulo de la vida del artista, la necesidad de dar sitio a su obra como única en una época de gran profusión de la imaginería como cauce de expresión artística religiosa en Andalucía y España. Sin duda, la lección magistral sobre Antonio Eslava no puede quedar en una conferencia puntual de ciclo académico con escasa presencia de alumnado y nula grabación de medios audiovisuales. La ponencia merece una proyección meritoria que alcance mayor publicidad y, sobre todo, irradiar su contenido como patrimonio cultural de Carmona.