EL MATACÁN: La pirámide de Tutankarmo

|


Piru00e1mide 3


La pirámide de Tutankarmo


     Creí que el carnaval de este año se había acabado en Carmona, pero, al parecer, quedan coletazos, y de los gordos. De hecho, me coge uno en plena reflexión y meditación espiritual, cuando me acompaño de viandas cuaresmales: brochetas de camarones, bacalao con tomates y torrija.  Y mientras las degustaba, me meriendo de sopetón un artículo periodístico publicado, hoy domingo 5 de marzo, en el prestigioso Diario de Sevilla (Arqueología) con el título de: “Sevilla: fortaleza de los reyes atlantes”, en el que, de manera especial, dos señores, enseñan y describen, en un audiovisual, un espectacular “vestigio” de la Atlántida en Carmona. Sí, como lo leen. Pero no cualquier cosa; como pudiera ser un cantarito con líquido rojo, una moneda autóctona, un caracol con pedigrí, sino toda una pirámide. El susto que me llevé fue apoteósico. Hasta la torrija se me atragantó al  punto de necesitar con urgencia buche doble y aliento complementario para salvar la situación.


Piru00e1mide 1

     Recuperado del trance, volví a leer el artículo y visionar el vídeo por si todo hubiese sido una alucinación, producto del exceso en la ingesta milagrosa de Caná. Pero, nada de desvarío. La pirámide está camino del Viso del Alcor, en un lugar por donde hemos pasado en miles de ocasiones por carretera, centenares a caballo y decenas a pie, por senderos. Y uno, no se ha enterado de que allí existía tal monumento. Miré de nuevo el calendario y me cercioré del día, mes, año y siglo, por si el sofá que me acompaña en la siesta diaria hubiese sufrido una transformación cual máquina del tiempo; película que se emitía al mismo tiempo por televisión. Nada de nada. Todo está en época y en regla. Así que llego a la conclusión de que Carmona ha entrado en trance, y todo lo relacionado con ella va por los mismos derroteros: una auténtica fantasía animada, como decía la famosa introducción cinematográfica de la Warner Bros.


61ZY 5BYdcL. AC SL1000  (1)

     Después de consultar con expertos especialistas de la Redacción de La Revista, en materia arqueológica, me quedo tranquilo, no sólo por los supuestos valores patrimoniales desconocidos, sino también por los cerebrales ante tan histórico hallazgo. Como conclusión apunto que la pirámide en cuestión no es un vestigio del imperio de la Atlántida, sino el legado de una cantera de albero que hace una década dejó las señales de niveles de extracción de áridos, como en otras tantas de la zona que, a base de excavadoras, desmontan las terrazas y su medioambiente desde Carmona a El Viso del Alcor. Aliviado de tan fantasmagórica situación intelectual, decido ponerme unas gafas como las que recientemente ha regalado el Ayuntamiento para ver el presente de manera virtual 


The pyramid 942874856 large

     ¡Oh! Pirámide majestuosa, símbolo ancestral que asoma por el Camino de la Legua. ¡Oh! Altar de dioses atlantes. ¡Oh! Gloria de Tutankarmo, orgullo de la descendencia imperial. ¡Oh! Sepulcro dinástico y aposento del nuevo inquilino momificado. ¡Oh! Reflejo del sol naciente rodeado de placas fotovoltaicas. ¡Oh! Referente mundial del espejismo majadero. Y así, podíamos seguir con loas sobre lo que a diario publican los diarios sobre Carmona, incluida la propaganda local de esbirros. La nueva pirámide de la Atlántida, y sus descubridores, son el fiel reflejo de lo que nos rodea. Menos mal que todavía hay gente con vergüenza que, ante tal desaguisado escribe con mayúsculas: “UN POQUITO DE POR FAVOR, QUE ESTO ES CARMONA”.


Piru00e1mide 2