Una concentración de gatos en pleno centro histórico de Carmona ha propiciado la denuncia de vecinos de las calles Juan Tamariz y Pedro Tamariz; situación que comenzó en una casa abandonada que tomaron los animales como refugio y que rápidamente se han multiplicado hasta formar una gran colonia (algo que sigue ocurriendo exponencialmente). La presencia de decenas de gatos conlleva ruidos (maullidos, peleas entre ellos mismos, épocas de celo…), e incidentes con algunos residentes y viandantes que se ven atacados por algunos de ellos que, actúan desde el miedo.
A la problemática de suciedad y condiciones insalubres que dejan por toda la calle y alrededores, se unen los olores, que agravan la situación pues son extremadamente fuertes durante todo el año, pero con la llegada del calor se hacen insoportables ya en el mes de mayo. Por ello advierten que “si no se toman medidas inmediatamente, en un par de semanas, nuestras calles serán intransitables para vecinos, pero también para los turistas”.
Los afectados afirman que “se ven forzados a cerrar nuestras puertas a cal y canto para evitar que estos animales usen nuestras casas como lugar en el que dejar sus deposiciones”. Además, señalan el peligro de infecciones para los más vulnerables del vecindario. En su opinión, el tapiado del edificio es sólo un parche, como se ha realizado en alguna ocasión y comprobado su escaso resultado.
La situación ha sido trasladada al Ayuntamiento “donde la única respuesta que dan es delegar responsabilidades en el banco, dueño del edificio abandonado”. No obstante, los residentes consideran que el Consistorio carmonense debe responsabilizarse de las condiciones de seguridad y salubridad de sus ciudadanos, por lo que debería tomar acciones reales que repercutan en el bienestar del pueblo.
Por último, las reiteradas denuncias “con nula respuesta por parte de las autoridades” llevan al colectivo vecinal a “hacer un llamamiento para ser oídos y den solución al problema”, rubrican los afectados.