Los servicios municipales del Ayuntamiento de Carmona vuelven a intervenir bajo el arco de la Puerta de Sevilla que soporta el tráfico rodado hacia el interior del casco antiguo. La actuación se ha llevado a cabo en la mañana de hoy, tras los recientes desprendimientos de material que se produjeron en la antigua techumbre de una vivienda que quedó adosada al monumento en tiempos del derribo histórico.
Según técnicos de Urbanismo y Arqueología presentes en la supervisisón de los trabajos, el objetivo es el de sanear la zona afectada para evitar nuevas incidencias y dar seguridad al tránsito de personas y vehículos. Así, los operarios municipales intervinieron en la zona afectada sobre elementos que pudieran desprenderse. Se trata, en su mayoría, de material de construcción moderno, como escayolas y similares, que arrastran por adherencia a otros de carácter pétreo y arenizados del monumento.
A partir de esta incidencia, será Patrimonio Histórico, el organismo que dilucirá si el enclave en cuestión, requiere alguna intervención especial tanto de conservacionismo como de seguridad, así como la urgencia de la misma, si fuese necesaria.
Como se recordará, los bajos del arco afectado, ya presentó similares desprendimientos en noviembre de 2018, cuestión que fue objeto de controversia en el ámbito político municipal. En aquella ocasión, los responsables de vigilancia del monumento descartaron el alarmismo y aseguraron proceder a actuaciones para evitar similares desprendimientos en la misma zona de la Puerta de Sevilla; el BIC más emblemático de Carmona.
Al hilo de intervenciones en edificios de orden monumental, otro Bien de Interés Cultural de Carmona, la Puerta de Córdoba, continúa en obras de emergencias para dar estabilidad a la torre norte, a la que seguiría la elaboración de un proyecto de consolidación, según se anunció en su día de manera oficial.
La primera de las obras lleva cinco meses desde que se procedió al cerramiento y la colocación de la malla de ocultación de la zona de intervención por parte de la empresa rehabilitadora. Al día de hoy, presenta un estado sin visos de próximo final, dada el escaso o nulo movimiento laboral en su interior e inmediaciones, por lo que el conjunto monumental sigue afectado en su dimensión estética y patrimonial.