Los científicos no cejan en despejar las incógnitas de la historia mediante nuevas técnicas que propician información exacta sobre material milenario, como el encontrado en la cámara funeraria romana que descubrió, hace cuatro años, un vecino de la calle Sevilla de Carmona, en el subsuelo de la vivienda que rehabilitaba. Gracias a la inmediatez del conocimiento del hallazgo, y los trabajos arqueológicos del especialista municipal Juanma Román, el enterramiento colectivo viene siendo actualidad cada cierto tiempo entre la comunidad científica, en particular, y regocijo del público en general.
Hoy, la primicia la da la revista científica Vibrational Spectroscopy que expone el resultado de los estudios realizados sobre material depositado en una urna de cristal hallada en el mausoleo carmonense. En concreto, el trabajo se ha centrado en una bolsa que contenía tres piezas redondas “posiblemente espirales o cuentas”. El análisis de las mismas, a través de técnicas de espectometría, llevan a afirmar a los científicos que se trata de ámbar –piedra semipreciosa- y su origen, el Mar Báltico.
Con estos estudios, realizados por el equipo dirigido por Rafael Ruiz Arrebola, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba (UCO), el mausoleo de la calle de Sevilla adquiere nuevo interés, desde su hallazgo y primeros conocimientos, entre los que se cuentan los nombres de dos, de los ocho sepultados: Hispana y Senicio. Con posterioridad, hace tan sólo dos meses, se dio a conocer el resultado analítico de uno de los ungüentarios que , según los científicos, contenía pachuli, perfume oriental de época romana.