Si ya de por sí, la situación del tráfico en Carmona presenta a diario una problemática importante, la conjunción de varios eventos en la presente semana pone en evidencia la necesidad de articular medidas correctoras para no interferir en la normalidad de la vida ciudadana. No se trata de un hecho puntual el de referencia, sino una situación que, por reiterativa, se hace cotidiana con el consiguiente perjuicio para automovilistas y peatones.
Así nos lo han trasladado numerosos carmonenses, que ven como se hace cotidiano lo que antes era una excepcionalidad. Por ello, La Revista ha realizado un seguimiento de incidencias durante la jornada de ayer con objeto de confirmar las reiteradas quejas del vecindario. Y llevan toda la razón. A lo largo del día, el ambiente del inminente Halloween se ha trasladaso al tráfico y al viario peatonal como lo reflejan las decenas de señales de prohibición distribuidas por el callejero.
El primer episodio afecta a las calles en torno a la antigua iglesia de Santa Ana, y a cuantos automovilistas y peatones suelen acceder por la Avenida de la Democracia y adyacentes hacia los barrios de Hytasa y La Olivarera, y para aquellos que proceden de la zona de la Alcantarilla y de los edificios administrativos de la zona de amplio flujo ciudadano. El enclave está vallado, y sus calles convertidas en expositores de camiones y pistas de maniobras para vehículos de gran tonelaje que participan en un congreso de empresas. La disposición de señales, hace que los aparcamientos queden suprimidos y los coches que acceden por la calle República se encuentren con el muro de la calle Antonio García Lería sin posibilidad de maniobrar. La alternativa los lleva hacia la Avenida de la Estación, lo que produce aglomeraciones en las intersecciones próximas.
El segundo episodio tiene como referencia el centro histórico, en el que un nuevo rodaje cinematográfico aumenta el cotidiano laberinto de acceso a la Plaza de San Fernando, que soporta, sin aparcamientos disponibles y decenas de veladores, una insólita presión medioambiental. Lo mismo ocurre con las calles próximas de carácter monumental: Cerrada al tráfico y sin aparcamientos, Fernando de la Barrera, y parcialmente, Carlota Quintanilla, además de la Plaza del Salvador.
Como remate de la situación del tráfico en la ciudad, el Arrabal tampoco se quedada atrás en incidencias durante la jornada, cuando la circulación de vehículos se hacía más lenta de lo habitual. El motivo añadido estaba en la instalación del cableado y postes metálicos para las luminarias navideñas. Así, la camioneta del servicio, que ocupaba de manera intermitente la mitad de la calzada por la calle San Pedro y Paseo del Estatuto, dejaba colas de un extremo a otro del enclave con el consiguiente malestar general de los conductores; una situación que afectará durante las próximas semanas a los viarios de Carmona con luces de Navidad.
Reportaje: La Revista.