Hace un par de días, Javier Carmona Montero, maestro y presentador del pregonero del carnaval de 2024, dejaba muy clara, en el atril del Cerezo, su posición respecto a la fiesta:
“Reivindico el carnaval en las escuelas como una herramienta educativa que no debemos desaprovechar. Está en el curriculum escolar, es un tema transversal, que forma parte, sin duda, de nuestra cultura popular andaluza, de nuestras tradiciones, de nuestras pasiones y de la manera de entender el mundo. Nuestro carnaval es una actitud ante la vida, alegría y diversión, es una forma de expresión quijotesca, libre y revolucionaria, de denuncia ante las injusticias de la vida y de sacar a la luz nuestros valores más profundos y sinceros a corazón abierto. A lo largo de la historia ha sido un instrumento de verdad, sin tapujos, cantada, expresada y dramatizada de una manera irónica. Es la tragicomedia de la vida llevada al escenario, a las calles, a cada rincón de los pueblos y ciudades”.
Con este espíritu común que late entre los docentes, la herramienta tomó cuerpo y se hizo de nuevo realidad en Carmona, en esta mañana de niebla, cuando los escolares bajaban por el León de San Francisco disfrazados de elementos acordes con un proyecto educativo que quedará en la retina de muchos alumnos, padres, madres y cómo no, de abuelos, abuelas… vecinos de un barrio que tiene la suerte de presumir de un centro con el espíritu tan imaginativo y creador como el de Miguel de Cervantes.