Desde hace años recientes, cuando llega la víspera del sorteo de la Lotería de Navidad, numerosas televisiones y emisoras radiofónicas toman la acera de la calle de San Pedro. Su objetivo: el flash informativo para noticieros con el que dar una pincelada ocasional de temporada. Hay que poner acento trascendente para la ocasión en pro de una audiencia algo más lúcida que aquella en la que sólo repara en hacerse con la fortuna del Gordo. El atractivo está servido. En el número nueve de la citada vía arterial de Carmona, un letrero se hace visible. “Administración de lotería nº 1. “Virgen de Gracia” desde 1764. La más antigua de España”. Podría añadirse, por aquellos de los siglos de los siglos de Carmo: “Fortuna lucet in aurora”.
En el interior de este exiguo despacho de Loterías del Estado, su administrador, Valentín Pinaglia, vende ilusión en Carmona desde hace décadas. Y ahora, a punto de jubilarse nos deja un premio como regalo de despedida a cuantos clientes recibimos su afecto semanal que con el paso de los años pasa a la orilla de la ribera familiar. El obsequio lleva por título “Vender Ilusión en Carmona”, un extenso trabajo de investigación histórica cuyo eje central es el devenir del establecimiento que repartió, sin duda, durante siglos, algo más que ilusiones en la ciudad: dinero contante y sonante.
Independientemente del palmarés de capital y premios que tiene como gala la administración más antigua de España, me quedo con el contenido del trabajo de Valentín en su vertiente cercana de interrelación entre documentos, ciudad, familia y anecdotario. Y, sobre todo, la cercanía del autor con el entorno próximo en el que el factor sentimental prima como valor humanista. Quizás, este tipo de regalo de despedida del lotero, compense de sobra la inversión realizada en busca del décimo agraciado. En lugar preferente estará en nuestra estantería. Usted lo puede disfrutar en la Biblioteca Municipal de Carmona, lugar de ilusiones permanentes y de riqueza cultural.