Durante este fin de semana, la Alameda de Alfonso XIII ha acogido una celebración de índole lúdico y festiva bajo el título de ‘Mercado Romadieval’, en la que medio centenar de tenderetes mostraron artículos relacionados con épocas ancestrales, aunque con el marchamo de actualidad y muestrario para la venta. Ya hacía tiempo que el más añorado bulevar de Carmona, no era espacio de concentración para disfrutar de su arboleda, bajo un sol espléndido entre efluvios bien distintos a los habituales.
Desde la cuesta de la Fuente de los Leones ya se atisbaba que la mercadería expuesta era reclamo suficiente para los carmonenses de todas las edades. De entrada, una amplia terraza-bar con monumental asador al carbón era aldaba de interés tanto para la vista como para el apetito. Cochino asado y un amplio surtido de carnes dejaban claro que, tanto en época romana, medieval o contemporánea, el hambre estuvo presente por estos lares. Saltimbanquis sobre zancos y un grupo legionario daban la bienvenida al visitante que pudo disfrutar, desde una tienda especializada en cetrería, a una exposición de armas antiguas de interés para la chiquillería. Entre voladoras y juegos de disfrute en la antigüedad, el mercado ‘Romadieva’ pudo salir adelante tras un primer día en el que la lluvia impidió el éxito total.