Las nubes sólo se asomaron desde lo alto, por el Alcázar, para configurar siluetas evocadoras a diestro y siniestro, para dar rienda suelta a un Jueves Santo en Carmona. Ya de mañana, se hizo notar en el ambiente que no era un jueves más, y como primer botón de muestra, la vuelta de la Amargura a su barrio, tras tres jornadas de cobijo temporal bajo las naves de Santa María. Mientras, en el barrio de Santiago, se abrían las puertas a una muchedumbre que hasta hacía dificultoso discurrir por el templo.
De entre el gentío, pudimos rescatar al máximo responsable de La Columna:
Y sin más complicaciones añadidas, los titulares de La Columna salieron entre aplausos de la multitud que aguardaba en la coqueta Plazuela de Santiago. Allá arriba, 'La Golondrina' de bronce, nos hacía recordar escenas de hace casi un siglo cuando los primeros planos cinematográficos de "Malvaloca" se tomaban desde la torre con repique de campanas, una Carmona al fondo y un paso de Nazareno buscando la esquina de Calatrava.
Pero aún más lejos en la historia, buscamos el lienzo que pintara Jorge Bonsor cuando pisó Carmona por primera vez en tiempos de Semana Santa. Y subimos a la lonja de Santa María para captar con la retina del inglés, el discurrir de La Columna entre edificios señoriales. Simbólica columna de mármol níveo, de nuevas épocas, al igual que los espectadores, su vestimenta, reposteros y tecnología; el túnel del tiempo.
Tampoco faltaron a la lonja aquellos que cumplen efemérides o años. La Banda de Cornetas y Tambores 'Nuestra Señora de Gracia" no dejó pasar la ocasión para lucir sus mejores galas y sones que redoblaron calidad entre columnas para La Columna. Y cómo no, los carmonenses que, tras la espera, se empinan para alcanzar visión a la talla de la Paciencia, inclinada para su entrada en Santa María.
El último detalle histórico está en el presente: La Columna tenía dispuesto atravesar el antiguo foro romano como queriendo reivindicar un espacio que la pertenece. El gentío se mantuvo expectante desde que el paso apuntaba por el arquillo de las Panaderas. Y así, con chicotá larga y marcha triunfal, Plazarriba se hizo protagonista escenario como en los días grandes de Carmona.