Cuatro días seguidos de Feria, no hay quién los aguante, salvo que dispongamos de una buena cuenta corriente, aparte de un cuerpo a prueba de bombas etílico-gastronómicas compatible con recomendaciones médicas. La observación de últimas ediciones nos deja algunos apuntes en esta despedida con fuegos artificiales incluidos: Los precios hacen imposible que una familia normal -referida a ingresos- pueda acudir todos los días al recinto ferial y la tendencia del usuario, que se decanta por acudir a las casetas hasta bien entrada la tarde. Estamos en una feria nocturna.
Sobre los resultados económicos, sería interesante conocerlos, bien a través de los propios caseteros o de alguna instancia municipal con tintes de desarrollo empresarial de Carmona. Recoger los datos anuales, su evolución, repercusión en materia de empleo e infraestructura pública, no estarían de más el disponer de ellos de cara al futuro de la fiesta y a la transparencia. De momento y hasta la hora del estruendoso cohete final, ponemos tan sólo un reparo al que dedicamos la crónica de cierre: Nuestras sevillanas pierden terreno de manera vertiginosa ante el chimpum, chimpum, chimpún.
Como merecido homenaje a las sevillanas, como composición musical y métrica popular, lo hacemos con pleitesía hacia los tres primeros escenarios de la Feria de Carmona del primitivo Real que inauguraron aquellos jóvenes vanguardistas en el lugar que hoy conocemos y que se mantienen en pie: El Casino, La Giraldilla y Los Tranquilotes. Lo hacemos con referencia explícita de unas letras sin mayor ambición de la nostalgia de un hasta el año que viene.
Que no me caso contigo
No te pongas de rodillas
Que no me caso contigo
No te pongas de rodillas
Que no me caso contigo
Que no me caso contigo
Que tu has pasao por más manos
Que el dominó del casino
Que tu has pasao por más manos
Que el dominó del casino
Niña de buenas palabras
Niña de buenas palabras
Y de modales tan finos
Tú eres como una cualquiera
Que yo sé por qué lo digo
Se visten de volantes y de mantillas
se visten de volantes y de mantilla
que estamos ya de feria, en la Giraldilla.
Carmona esta de feria y ya repican
campanas de Giralda y de Giraldilla.
Por el Paseo del Carmen
vamos a la feria
vamos a la feria.
Vamos chiquilla
vamos chiquilla
a bailar por sevillana en La Giraldilla.
Por el tablao, la música suena
de mil amores.
De mil amores, suenan los pasodobles
mientras los giraldillos regalan flores.
Vamos chiquilla
vamos chiquilla
a bailar por sevillana en La Giraldilla.
En Carmona, a la sombra de la puerta,
la vida se va, lenta y sin prisa.
Aquí el alma se siente en fiesta,
y el corazón se llena de dulzura.
Tranquilote, este sitio me hace sentir
que el tiempo se detiene, se olvida.
Un abrazo eterno, una sonrisa en ti,
me envuelve en esta paz tan querida.
La Feria tiene otros actores que pasan desapercibidos entre el maremágnum del gentío. Son servidores públicos que abordan las necesidades de un recinto que se hace más agradable y seguro para disfrute de los carmonenses. No hay sevillanas, sólo un compás de agradecimiento por el buen trabajo realizado.