La carrera del Corpus en Carmona pone sello inconfundible por dos cuestiones que la hacen especial: el tesoro artístico que lucen las corporaciones participantes en la procesión y el escenario envolvente, cuyo matiz patrimonial y popular parece diseñado para la ocasión. Con un historial de siglos, con momentos de decadencia y próximos de revitalización, mañana domingo, volverá a ser protagonista y celebración. A lo largo del recorrido por donde discurrirá la custodia renacentista de Alfaro, doce hermandades y grupos de feligreses carmonenses hacen presente su participación con la exposición de altares e imágenes en la vía pública y emplazamientos significativos. Estas son:
Si allá por el siglo XV, la tarasca, junto a los pasos y demás oficios corrian a cargo de los gremios, en el XXI, las obligaciones pasan por las hermandades. Tal vez, una pizca de sal -no la marina del suelo, sino la del espectáculo, como las mojarrillas- no estaría de más para apuntalar una tradición que linda entre lo sagrado y profano.
Tras la celebración religiosa, a las 9:00 horas, en Santa María, la procesión general recorrerá gran parte de un casco antiguo casi despoblado de aquel vecindario vital en sus raíces festivas y por el que desfilarán en cortejo los siguientes pasos: