Allá por finales del mes de marzo del presente año, me extrañó la presencia de un joven que realizaba un grafiti en el muro de acceso de vehículos del Instituto Maese Rodrigo de Carmona. La curiosidad no era otra que la de conocer el contenido de la obra por lo que no dudé en acercarse al lugar, ya que a lo largo de las tapias que circundan el centro, gran variedad de propuestas artísticas –unas más acertadas que otras- diversifican una atrayente exposición de la especialidad.
A escasos metros del pintor comprobé que el personaje que coloreaba en un trozo de la pared era Goku, protagonista de una famosa serie de dibujos animados que tuvo un enorme éxito mundial. Tras la observación del trabajo, al que no le di mayor valor que la imagen en su conjunto: luz, colorido, escenario y otros elementos compositivos, le pedí permiso al artista para sacar fotos del momento. Sin problema alguno obtuve su beneplácito y capté varias imágenes del momento.
Ni conocía al artista, ni tampoco me preocupé en indigar otras cuestiones relacionadas con él. Sólo me interesaba plasmar una escena poco común en un concepto de pura estética: la escalera, la vista atrapada en el móvil, el dedo sobre el bote de spray… y las sombras. A estas particularidades le vino como anillo al dedo, una seguiriya del poeta carmonense José Luis Blanco en la base de la imagen. El resultado para el Captacán fue “Maesegoku”, por aquello del lugar (IES Maese Rodrigo) y el personaje de dibujos animados (Goku).
Hoy, Maesegoku se hace más universal integrado en un mural de cuarenta metros que se inaugura de manera oficial y del que se dice que es el más grande de Europa. Después de meses descubro a su autor: Denis Due, artista y grafitero de reconocido prestigio en el arte urbano. Pues mis felicitaciones por la obra artística, por llevar a cabo uno de sus sueños de la infancia. Y un deseo: que este grafiti de estreno dure larga vida, al menos algo más que la que tuvo el que firmó Denis en el desaparecido Ventorrillo del Rana de Carmona.
LA OBRA