El Camino Viejo recupera la arboleda perdida

|


Arbol1


El Camino Viejo recupera la arboleda perdida


Uno de los parajes carmonenses de mayor uso medioambiental por la ciudadanía en general es el Camino Viejo, o Camino de San Mateo, por el que a diario transitan centenarios de senderistas. Con  1.650 metros de longitud aproximadamente (desde la vaguada del Cenicero a la Puerta de Córdoba) la senda, propiamente dicha, ha sido objeto de tratamiento en múltiples ocasiones con mayor o menor envergadura; desde los reparos puntuales del pavimento, hasta la actuación específica de una Escuela Taller. En todas, los objetivos previstos no dieron resultado positivo por varios motivos, sobre todo por el coste de su mantenimiento y el vandalismo.


Arbol2


Hoy, un nuevo intento de regeneración tiene lugar a lo largo del camino en materia arbórea con la plantación de más de ciento cincuenta unidades, entre pinos y algarrobos; especies que proporcionarán en próximo futuro tanto sombra como estética, según los lugares en los que se ha decidido su colocación. De hecho, el primer tramo, bajo el Picacho, y final, bajo el Alcázar, se alinean los pinares, mientras que los algarrobos adquieren notable protagonismo  a lo largo del  trecho de la ermita de San Mateo,  que enlaza con el camino de la Pajarita.


Thumbnail IMG 20250920 111325


Una de las dificultades que presenta el resurgir de la arboleda perdida, además de la incívica incidencia del ser humano, es la natural y propia del paso del ganado por el entorno y la de los agentes metereológicos propios del lugar en el escarpe.  De hecho, el atractivo y sustento de cabras y otros animales de los árboles hacen que la actuación forestal tenga el añadido de protección especial y hace necesario tanto soportes de madera como redes metálicas alrededor de cada plantón.


Arbol3