EL MATACÁN: Salutem et victoriam

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Salutem et victoriam


     El foro de Carmona ha sido convocado con carácter urgente. Acaba de confirmarlo Elio Antonio, diurnari local. Al parecer, el valetudinarium carmonensis existente no da abasto ante tanta demanda ciudadana y los medicus familiarae están hasta el mismísimo scapellum. Esto no hay quien lo aguante. Tan es así que, la muy ilustre Aspirina Servilia ha trasladado una queja al cónsul de Hispalis en la que escribe de puño y letra, con estilete afilado, la situación por la que ha pasado en urgentia. Al parecer, tras una caída en el peristilo de su domus, próxima al decumano máximo, la noble domina ha sufrido una luxatio abierta con mala pinta. Trasladada en lectica de tablones, por falta de arceras disponibles en el centro médico Postumio, la accidentada ha tenido que esperar, desde la hora sexta a la prima vigilia, la llegada del único facultativum disponible que fue requerido para atender una distocia en una villae rusticae.


Monti

Durante ese tiempo, Servilia no paró de acordarse, entre alaridos, del paterfamilia y allegados al arquiatra responsable, mientras el esclavo capsarii la tranquilizaba con algo de cicuta. No obstante, entre trago y trago, escuchó de sobra la recomendación popular de encomendarse a Esculapio, familia del centauro Quirón, por si acaso. Al final hubo suerte, la habilidad de Tito Livio con las acus y vulsellas, sin olvidar las tenazas, dejaron a la noble paciente en condiciones para desplazarse en ferculum apropiado al prestigioso hospital militar de Itálica. A su vuelta a Carmo, y gracias a las buenas relaciones con el pretor provinciae, intenta movilizar a la civitate para reunir a cuantos pagensis se ven afectados por la desastrosa situación de las salus pública.

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En su día, la llamada popular no se hizo esperar, inclusive en tabla diurna la convocatoria alcanzó el cardo de Julio Cesar, las termas de Cleto, el circo próximo a Pompeyo, la insulae de Senicio y la necrópolis de Octavio. A pesar de los primeros titubeos, los comicios populares en asamblea propiciaron la unión con otras urbis de la Baetica, aunque un sector de patricios carmonensis incompetentis no se mezclaron con la plebe por aquello de disponer de medicatrinae privada. Ha tenido que ser un accidente doméstico, propiciado por un resbalón sobre las teselas de mosaico otoñal, el responsable de retomar el análisis actual del públicum servitium porque a tenor de lo comprobado in situ, todo sigue igual en la Carmo “fortisima longe et firmissima”, menos, entre otras cosas, en sanitas.


Instrumental medicus

     No obstante, Elio Antonio ha confesado por experiencia que tiene pocas esperanzas en cuanto a próximos cambios, avances médicos sustanciales y movilización local. Sus recelos le llegan -según declamatio propia- por la inoperancia de Ego Pijus Magnificus, senator de Hispalis, y adláteres popularis proclives al privatis, totus privatis, por antonomasia. Al menos, “Aestum Album” y su legión de gladiatores mantienen el pulso con las armas de la palabra y la razón que les ha llevado a conquistar el templo del parlamentum regionale. Al frente de la rebelión, el general carmonensis Máximo Fortius Recius dejó patente la necesidad de rescatar la publicam salutem o morir en el empeño. Lo de Servilia fue una fantasiosa anécdota, lo de Amama una tragedia real del presente. Alea iacta est, di volentes.  


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